La mitad de la población mundial es menor de 25 años y la mayoría vive en zonas urbanas. Además, muchos jóvenes están involucrados en patrones de consumo perjudicial. Por esta razón, la educación es clave para que los patrones de desarrollo se vuelvan más claros y sostenibles.

El aprendizaje a lo largo de la vida puede favorecer cambios en el conocimiento, en la actitudes y las prácticas diarias así como enseñar a las personas a aceptar los cambios. Los individuos expuestos directamente a los impactos de la contaminación diariamente en sus vidas, o a través de visitas de estudio, tienen claramente diferentes puntos de vista sobre el tema.

El mes pasado, el Congreso Mundial de Educación Ambiental, apoyado por UN Environment (UNEP), reunió a estudiantes, académicos, universitarios formadores de opinión, medios de comunicación y la sociedad. La reunión se celebró en Vancouver, Canadá, siendo una de las reuniones más grandes de educadores y creadores de políticas ambientales del mundo.

«El Congreso es muy significativo para nuestro trabajo que vinculado a la educación y al desarrollo juvenil y, a través del mismo, podemos destacar nuestras iniciativas mundiales importantes que abordan la biodiversidad y las cuestiones climáticas, así como la contaminación», dice Laura Fuller, Jefe de Comunicación para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas en América del Norte.

Los eventos principales incluyen, el anuncio de Canadá como socio en la campaña CleanSeas de la ONU, la reunión sobre la prohibición del uso de bolsas de plástico en Kenya, la promoción de estilos de vida más sostenibles en la educación superior y participación del reconocido ambientalista canadiense David Suzuki en la ceremonia de clausura.

ONU Environment apoya el desarrollo de estilos de vida sostenibles en el ambiente universitario por medio de la sensibilización y desarrollo de programas. Trabajando con los miembros de la Asociación de Universidades Mundiales para el Medio Ambiente y la Sostenibilidad, UNEP está apoyando a un grupo de estudiantes universitarios con el fin de entender mejor la importancia del estilo de vida y las opciones profesionales hechas por ellos.

Un hombre negro y delgado, con cabellos grises y vistiendo traje azul marino con camisa blanca (lado izquierdo de la foto) está conversando y sonriendo a otro hombre, blanco, calvo y con bigote gris, que viste un traje gris cuadriculado y camisa rosa.

Elliott Harris, CEO del UNEP y, John Nightingale, presidente de Ocean Wise, en el Acuario de Vancouver (Laura Fuller)

Desarrollar una comprensión de los enfoques de prevención de la contaminación, reconocer las mejores prácticas y brindar una plataforma para que las universidades se adapten y compartan sus experiencias son maneras de asegurar que los estudiantes puedan vivir estilos de vida sostenibles en el ambiente universitario y fuera del mismo.

«Enseñar a los alumnos universitarios sobre la conexión entre la contaminación, los ecosistemas y su campo de estudio es vital para un cambio gradual y lograr el desarrollo sostenible», dice el especialista en ecosistemas de UNEP, Niklas Hagelberg.

Los cursos y capacitaciones no son las únicas maneras de conectarse con el medio ambiente y mejorar la educación. De hecho, tanto el sector público como el privado cuentan con las universidades como centros de innovación tecnológica para la reducción de la contaminación y como importantes fuentes de investigación.

Dato importante: los estudios muestran que las mujeres, cuando se les informa, son más propensas a actuar sobre el consumo sostenible que los hombres.

 

Foto de portada: Departamento de Educación de los Estados Unidos