Botellas PET, autopartes y electrodomésticos son la materia prima principal del artista plástico uruguayo Juan Muzzi, quien vive desde hace más de 35 años en Brasil. Desde el año 2012, transforma toneladas de plástico en marcos de bicicletas, a las que llamó “Muzzicycles”.

En el mismo año de su invención, las bicis llamaron la atención del empresario Juan Carlos Seguro, que buscaba una solución ambiental para la reutilización del plástico en Colombia. “Me di cuenta de que los residuos generados por muchas empresas textiles de aquí, iban a la basura”, dice Seguro, que pidió que el material descartado por esas empresas se lo entregasen.

“Cuando vi que mi sótano ya estaba lleno de plástico me pregunté qué iba a hacer con todo eso”, afirma. En la búsqueda de un proyecto ambiental, el colombiano descubrió a Muzzi, y replicó la creación del artista en Medellín, abriendo la empresa de soluciones en movilidad Eco Muévete Seguro. Las bicis recibieron el nombre de Re-ciclas.

Un hombre sobre una bicicleta entera negra, con sus manos en el manillar, mira a la cámara. Tiene piel morena y el pelo castaño oscuro liso, corto y peinado hacia arriba, y lleva un pantalón jean azul oscuro, tenis blancos y una camiseta polo blanca de manga corta, con un logo verde oscuro en el lado izquierdo, a la altura del pecho. La bicicleta está sobre el asfalto, que tiene una franja de losetas táctiles rojas. Al fondo, un jardín con diferentes plantas y árboles bajos.

Juan Carlos Seguro y la bicicleta casi toda hecha de plástico reciclado: marco, ruedas, pedales y asiento (Valeria Zapata / Believe.Earth)

UNA BICI, MUCHAS VENTAJAS
Las Re-Ciclas están diseñadas siguiendo los principios del Protocolo de Kioto, el tratado internacional que continúa en vigor con el Acuerdo de París y busca reducir la emisión de gases del efecto invernadero.

No hay minerales de hierro en la composición de las bicis y las piezas no son soldadas ni se oxidan. Casi todo está hecho de plástico reciclado: marco, ruedas, guardabarros, pedales, e incluso el sillín, diseñados con principios ergonómicos para brindar comodidad a los usuarios. El planeta agradece.

El proyecto evita que los desechos lleguen a los mares o a los botaderos de basura donde tardan alrededor de 500 años en descomponerse. Según el Banco Mundial en el informe What a Waste (2012), el plástico equivale al 10% de la composición de los residuos sólidos en el mundo.

Existe hasta una función social en esta iniciativa: puede resignificar las relaciones de consumo. “Un día, un hombre me dijo que quería una de estas bicicletas pero que no tenía dinero para comprarla. Respondí que si nos traía 1000 kilos de plástico se la hacíamos sin costo”, dice Seguro. Al poco tiempo, ahí estaba el nuevo dueño de una Re – Ciclas pedaleando por las calles Medellín.

La misma bicicleta de la foto de portada, toda negra, está girada hacia el lado derecho de la foto y de frente a la cámara, apoyada sobre un pequeño árbol en el límite entre el asfalto, delante, y un jardín de plantas y árboles variados, al fondo.

El pigmento que le da color al marco se aplica cuando el plástico está líquido y caliente (Valeria Zapata / Believe.Earth)

CÓMO NACE UNA RE-CICLA
Para hacer la bicicleta ecológica en Colombia, Seguro hizo una alianza con Kaptar, una empresa de reciclaje inteligente de botellas plásticas que utiliza máquinas recolectoras de plástico vinculadas a una aplicación de smartphone. Cuando un usuario deposita botellas en la máquina, acumula puntos que se pueden canjear por beneficios como viajes en el metro o entradas de cine. Con este sistema, Kaptar logra entregar a Re – Ciclas cerca de 2000 botellas PET diarias.

El material es triturado y enviado a Brasil, donde se ubica la fábrica de Juan Muzzi. Allí, los gránulos plásticos reciben aditivos químicos para ganar más resistencia y se depositan en una máquina inyectora que le da forma al marco de la bicicleta. El proceso lleva cuatro minutos y cada unidad consume, en promedio, 200 botellas PET. Luego de cinco horas de enfriamiento, el marco está listo para ser enviado a Colombia.

Según Muzzicycles, desde que el invento llegó al mundo cerca de 16 mil toneladas de plástico se utilizaron en la producción de 132.000 marcos. Eso economizó más de 980 toneladas de petróleo y evitó la emisión de cerca de 6 toneladas de dióxido de carbono que serían liberados con la incineración de material.

La misma bicicleta de la foto de portada, toda negra, está aparcada en un aparcamiento para bicicletas junto a otras, girada diagonalmente hacia el lado izquierdo y hacia el fondo de la foto. El aparcamiento de bicicletas es plateado y está sobre en suelo de cemento. Delante de las bicicletas, en el lado izquierdo de la foto, hay un zona ajardinada con diferentes árboles y arbustos bajos. Al fondo, un edificio de muros con tablones rojizos, en tono teja, con ventanas rectangulares en sentido vertical, de vidrio.

Las Re-ciclas también son promovidas como medio de transporte y recreación en hoteles y sitios de ecoturismo en Colombia (Valeria Zapata / Believe.Earth)

Los marcos ecológicos para las bicicletas pueden ensamblarse en modelos sin cambios, con hasta siete velocidades o eléctricos, con motores de 250 a 1500 vatios de potencia, y autonomía de 50 kilómetros con batería. Una bicicleta sencilla, sin cambios, puede costar 315 dólares. La eléctrica tiene un valor aproximado de 670 dólares.

UN PROYECTO DE IMPACTO
En Colombia, las Re-Ciclas están siendo usadas como parte de programas de responsabilidad social de las organizaciones que hacen uso masivo de plástico en los empaques de sus productos.

La cervecería más grande de Colombia, compró 170 Re-Ciclas con marcos hechos de botellas PET, producidas por la propia empresa. Las bicicletas fueron entregadas a niños de bajos recursos que caminaban hasta dos horas para llegar a la escuela, en la vereda El Agizal, en el municipio de Itagüi.

En la isla de San Andrés, en el Caribe colombiano, muchos de sus habitantes usan bicicleta como medio de transporte. El problema es que se oxidan en pocos meses debido a la sal del mar. Como solución, el gobierno planea crear un sistema para el uso público de las Re-Ciclas y encima destinar al fabricante de bicis los millones de desechos plásticos.