“Llegamos a donde nadie llega, generamos dinámicas de trabajo con la comunidad y tenemos expertise en las zonas más aisladas en proveer servicios y ofrecer financiación”. Para Manuel Wiechers Banuet este es el gran diferencial de Iluméxico, creada en 2010 y que, desde entonces, ha instalado 10.500 equipos, que llevan energía solar a alrededor de 50.000 personas. “Vamos a instalar cerca de 6.000 equipos en 2018 y queremos alcanzar el millón de personas hasta 2023”, sostiene el ingeniero industrial, graduado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El espíritu emprendedor lo tiene desde la infancia, cuando aspiraba a tener un negocio  propio, como su padre. Durante los años de universidad, participó en el programa Goldman Sachs Global Leaders, y viajó a Nueva York para el Global Leadership Summit en 2007. Allí, Manuel conoció a un grupo de personas inspiradoras, implicadas en cuestiones de medio ambiente y cambio climático, y enseguida se apasionó por el tema. Cuando volvió a México fundó la Sociedad de Energía y Medio Ambiente (SOEMA) junto a sus nuevos colegas y varios compañeros de la facultad. Hoy SOEMA tiene más de 400 miembros y ha organizado eventos, conferencias y proyectos que han contado con la presencia de secretarios de estado mexicanos y premios Nobel para abordar temas como reforestación, proyectos de reciclaje y parques eólicos.

En 2009 Manuel recibió una beca de estudios para acudir a la International Student Energy Summit, en Calgary, donde terminó de darle forma a la idea de crear una empresa de energía y desarrollo social. De vuelta en México, montó un equipo potente para desarrollar su idea y se presentó al concurso de innovación empresarial del banco Santander. Iluméxico ganó el concurso y el dinero del premio permitió a Manuel dejar su trabajo y centrarse así en su sueño a tiempo completo. “Es difícil elaborar un modelo de negocio rentable, en el que los inversores confíen, trabajando con comunidades tan alejadas y tan complejas. Creo que hemos conseguido muchas cosas en relación con esto, hemos atraído a inversores y estamos muy cerca de la rentabilidad financiera”, celebra.

La foto muestra a una mujer de piel morena, pelo oscuro a la altura de los hombros, y falda naranja sujetando un panel solar. A su lado, un hombre de piel morena, pelo oscuro, camisa de cuadros con una camiseta blanca por debajo, y pantalón jean. Al fondo, una casa de madera en una zona de tierra batida y algo de vegetación.

Habitantes de una comunidad rural con el panel solar de Iluméxico (Manuel Banuet/Archivo Personal)

Buena parte del éxito se debe al modelo innovador de electrificación rural de Iluméxico, desde su estrategia de implementación, hasta la propia tecnología que emplea. Los paneles solares han sido desarrollados específicamente para uso rural, con énfasis en la durabilidad, facilidad de uso y adaptabilidad a las necesidades particulares de las viviendas. La tecnología tiene algoritmos inteligentes para el ahorro de energía y permite al usuario elegir el nivel de iluminación. Los sistemas soportan cualquier necesidad energética, ya sea una vivienda con tan solo dos lámparas, ya sean equipos para escuelas, centros de informática, iluminación pública o aire acondicionado para clínicas médicas.

La instalación la realizan los propios beneficiarios, con supervisión y apoyo del equipo capacitado de Iluméxico. “Esto es para que ellos se apropien de la tecnología, que sepan cómo repararla, si es necesario, y que se quiten el miedo a la energía solar”, destaca Manuel. Además de la instalación de la tecnología, Iluméxico ofrece talleres de desarrollo comunitario abordando cuestiones locales. Realizados en colaboración con organizaciones especialistas en los ámbitos correspondientes, los talleres tratan temas como el desarrollo de habilidades de los profesionales, sostenibilidad, capacitación de la comunidad, igualdad de género, control social y uso de la energía generada para atender las necesidades de la comunidad.

“Hubo iniciativas anteriores que fracasaron, debido a la falta de seguimiento y de mecanismos adecuados de atención, mantenimiento y sostenibilidad de las instalaciones. En Iluméxico nos enfocamos en generar plataformas y mecanismos para que las familias que tienen luz con nosotros puedan tenerla de forma permanente, generando un modelo de negocio win-win para sostener nuestra operación mientras atendemos a las familias”, dice Manuel.

Iluméxico no habría tenido tanto éxito sin las alianzas que facilitaron su implementación y alcance. El trabajo ha sido realizado junto a organismos gubernamentales, como el Ministerio de la Energía, la Comisión Federal de Electricidad, el Ministerio de Desarrollo Social y la Comisión Nacional de Vivienda, para obtener información de las comunidades, planificar estrategias de implementación y políticas públicas para la infraestructura energética en México. Actualmente Manuel trabaja directamente con funcionarios del gobierno para crear estándares para este tipo de proyectos, y colabora con agencias gubernamentales y estatales para difundir su modelo por todo México y erradicar la pobreza energética.

“Es más desarrollo social que energía, pero la energía tiene un componente clave en las posibilidades de desarrollo de las comunidades, y encontramos que era nuestra manera de aportar al desarrollo social y a mitigar el cambio climático, dos temas que nos apasionan.”

Manuel Wiechers Banuet es emprendedor social Ashoka. Ashoka es una organización global presente en 84 países que lidera un movimiento en el cual todos pueden ser agentes de transformación social positiva.