Si quieres ayudar a las personas a cambiar, no sirve de nada ir contra ellas. Lo dice Patrick Holden, fundador de Sustainable Food Trust, granjero y activista por el cambio en el modo de producción de alimentos en el Reino Unido. Patrick, que antes era radical, aprendió a lo largo de 40 años que ir en contra de los granjeros tradicionales le alejaba cada vez más de sus objetivos. “Demonizar no sirve de nada, porque las industrias agropecuaria, de agrotóxicos y de alimentos están lideradas por seres humanos, que probablemente tienen familias que sustentar. Están haciendo su trabajo”, cuenta. “La forma más lucrativa de producir alimentos es en gran escala y la forma más lucrativa de vender comida es comprar materias primas agrícolas baratas, transformarlas en productos de marca y ocultar esa historia tras la producción. ¿Por qué culpar a alguien por eso, si es la forma de ganar más dinero?”

Patrick se dio cuenta de que era el momento de adoptar un abordaje inclusivo y conciliador. De esa manera se ganó la confianza de aquellos que, en teoría, serían enemigos de su causa, y consiguió tener acceso a algunos líderes de los movimientos y de las compañías del sector alimenticio que antes criticaba. Y aún más, logró establecer un diálogo entre los principales actores de la industria, que antes no se hablaban, como Whole Foods, Mars, YUM! Marcas y Kaiser Permanente, Sainsburys, Nestlé y Unilever.

“Muchas empresas de alimentos quieren hacer algo, pero no saben cómo. Y creo que es nuestro deber ayudarlas en eso. Estos gigantes parecen indestructibles, pero son vulnerables, porque el mercado ha cambiado. Si no modifican la forma en la que trabajan, se quedarán fuera”.

La foto muestra a varias personas en círculo, algunas sentadas en sillas, otras sobre un poyete de piedra, mirando a quien está hablando, que aparece de espaldas, moviendo su mano derecha. Algunas personas sonríen. Llevan ropa ligera. El suelo es de tierra clara batida y pequeñas piedras. Detrás del grupo hay un pilar y paredes de piedra de una casa de tono marrón grisáceo claro. Desde el lado derecho de la foto hay una planta de la casa, con puerta y marcos de dos ventanas rectangulares en verde agua, a continuación, otra parte de la casa, en sentido perpendicular, con ventanas grandes de cristal y marco de madera verde agua. El tejado de la casa está formado por tejas rectangulares planas de piedra.

Patrick Holden en un grupo de discusión sobre producción de alimentos sostenibles (Stef French / Divulgación)

La madurez para reunir fuerzas en lugar de segregar es el resultado de una historia de vida dedicada a la producción de alimentos sostenibles, que comenzó en 1973, cuando Patrick y cinco amigos se mudaron a una granja remota al oeste de Gales, donde empezaron una comunidad autosostenible. Después los amigos siguieron otros rumbos, pero Patrick se quedó. Lideró la creación de British Organic Producers, que, más tarde, entró a formar parte de Soil Association, la mayor organización de alimentos orgánicos del Reino Unido. Como director ejecutivo de la asociación, Patrick fue uno de los principales actores en el establecimiento del mercado orgánico en el país, promoviendo varias reformas, regulaciones e introduciendo estándares que se implementaron en toda la Unión Europea.

Pero él quería ir más allá, catalizar y apoyar una nueva forma de pensar entre los líderes del sector alimenticio. Y así surgió Sustainable Food Trust (SFT). “Nuestra misión es desbloquear las barreras que impiden el cambio, identificarlas y servir de inspiración para los líderes del sector, tanto individuales como aquellos que dirigen grandes organizaciones”, afirma. “De esta forma, logramos una transición global a sistemas que operan de forma realmente sostenible, que no degradan el capital socioambiental y producen alimentos para todos”.

La institución fue la influencia principal para la creación de la Global Alliance for the Future of Food, una articulación en la que grandes y pequeñas organizaciones de todo el mundo se unieron para actuar de forma colaborativa. Otro de los frutos del SFT fue la elaboración del concepto de True Cost Accounting, que pretende mostrar los costes reales por tras de la producción no sostenible, como los perjuicios provocados por los pesticidas a la salud pública. “El cambio tendrá lugar cuando consigamos cuantificar la naturaleza de esos costes y encontrar medios para que los gobiernos puedan cobrarlos a quien los provocó”. Patrick también apuesta por el desarrollo de políticas de incentivo a las buenas prácticas agrícolas. “Implantar la idea de recompensar financieramente a los agricultores por el cultivo sostenible es uno de mis objetivos actuales”.

El mismo señor de la foto de portada, de piel blanca, pelo liso, corto y blanco, está en el lado izquierdo de la foto, de perfil hacia el lado derecho, en un pasto con un rebaño de vacas y bueyes. Él se agacha delante de una de ellas, que está sentada en el pasto y lo mira. Lleva botas de cuero marrón oscuro, pantalón jean oscuro y una chaqueta gruesa azul marino. Las vacas y los bueyes, manchados, tienen diferentes tonos de marrón. Al fondo, un pequeño valle con casas bajas y árboles dispersos.

Patrick Holden con su cría de vacas lecheras de la raza Ayrshire (Stef French / Divulgación)

Los logros internacionalmente reconocidos y su influencia sobre grandes líderes no han cambiado a Patrick, que mantiene su esencia de granjero. Sigue trabajando las tierras en las que todo empezó. Se considera un ciudadano común, que propone una reflexión a quien piensa que los propios actos no tienen impacto global.

“Nosotros somos el cambio. Podemos decidir consumir comida con una historia mejor, producida de forma sostenible”.

Patrick Holden es emprendedor social AshokaAshoka es una organización global presente en 84 países que lidera un movimiento en el cual todos pueden ser agentes de transformación social positiva.