Siempre que habla del espíritu del bosque, este hombre sencillo lleva una sonrisa en el rostro. Es el cacique José Guimaraes Sumené Xavante, líder del poblado Ripá, una comunidad indígena de la etnia xavante ubicada en el Territorio Indígena Pimentel Barbosa, en Canarana, Mato Grosso. La comunidad forma parte del grupo de recolectores de semillas nativas de la Asociación Red de Semillas de Xingu, que nació hace diez años para ayudar en los proyectos de restauración de los bosques en la región de la cuenca de los ríos Xingu y Araguaia.

El impacto de la Red de Semillas  es ampliado por Amazonia Live, proyecto socioambiental de Rock en Río que va a plantar miles de árboles para contribuir con la reforestación de la selva amazónica. El programa colabora directamente con el desarrollo económico de la región y apoya el trabajo de recolectores como los de la comunidad Ripá. “Necesitamos esos proyectos y necesitamos más gente que quiera semillas”, dice el cacique. “Soy un guardián del bosque”.

Entre una historia y otra, el cacique habla del espíritu del Roncador, el nombre de la zona montañosa que rodea el poblado. “En nuestra tradición, hablamos con ella. Conversamos”, afirma en referencia al contacto con la naturaleza. Para ese pueblo, existe una fuerza mayor que conecta todo lo que ellos hacen con un propósito de conservación de la vida, de la cultura, del bosque.

Caminando selva adentro, se llega al campo, donde vive el algarrobo. El árbol aún no está listo, dicen los indígenas, que alimentan el hábito de observar la naturaleza y entender sus señales. Los frutos aún no están maduros ni han caído. Entonces, el cacique convoca a todos para un baile: nos damos las manos y, en círculo, seguimos su ritmo. Parecen sonidos de la naturaleza mezclados con percusión, pero todo es hecho con la boca.

El cacique José dice que es un conservacionista. Insiste en que está reteniendo la cultura de su pueblo para que esta no se escape, buscando mantener vivas las tradiciones de sus ancestros. En la entrevista siguiente, valoramos sus palabras, dichas a la sombra de un árbol de pequi, abrazado por la llanura.

Amazonia Live (AL) – Cuando entramos al bosque a ver el algarrobo, todavía no estaba maduro. Entonces invitó a todos a bailar. ¿Por qué?
Cacique José (CJ) –
Antiguamente se hacía una oración tradicional para que los frutos maduraran pronto. Los alimentos y productos de la llanura dependen de la naturaleza, entonces queremos que el árbol madure rápido. Las semillas tienen oído, ellas escuchan, entonces, vamos allá y les pedimos. Estamos hablando nuestra lengua. Hay un espíritu que nos manda un sueño, yo lo recibo y lo grabo para transmitir el mensaje a la comunidad. No puedo olvidar el sueño. Ahí voy y canto a las semillas ese recado tradicional. Después lo llevo a la comunidad y saco para ellos el canto, para enseñar lo que recibo en mis sueños, para la salud de nuestros alimentos, productos y semillas. Y allí toda la comunidad hace la oración y pide para que no falten productos ni semillas.

AL – ¿Qué tipo de alimentos cosechan en el bosque?
CJ –
Algarrobo, xixá, que es como una fruta. Está también el taturupá, que alimenta a todo el mundo, pero demora hasta finales de octubre para la cosecha. Lo planté ahora allí atrás. Tiene azúcar, entonces no la necesitamos, falta poco para que esté listo el taturupá. Nuestros ancianos nos transmitieron estas cosas, yo aprendí los alimentos tradicionales, y voy renovando, enseñando, tomándolas con cariño. Voy manteniendo la semilla.

AL – ¿Cuáles son las semillas nativas de aquí?
CJ –
El maíz xavante, que no se puede acabar. Se tiene que cuidar el maíz xavante con el cariño que nuestros ancianos nos dejaron. Esa semilla es de calidad. Tengo semillas de maíz blanco, rojo, coloreado, amarillo. Semillas de mirindiba, ojo de buey. Calabaza, yuca, aquí en el borde de la casa tenemos mucha. Allí atrás, están las personas preparando fariña. ¿Ya vio allá la fariña? Entonces, aquí tenemos mucha fariña, yuca, castañas de cajú. Estamos muy agradecidos con eso. Mi comunidad está plantando mangaba de la llanura. Aquí en el borde de la casita plantamos dos pies de cajú. Nuestro trabajo es así.

Indígena xavante prepara fariña de yuca en la comunidad Ripá, en Mato Grosso (Camila Grinsztejn/Amazonia Live)

AL – ¿Cómo era la situación antes de la Red de Semillas?
CJ –
Antes de que la Red fuera socia en el proyecto, había mucha dificultad. Teníamos solo unos pocos alimentos de murici, mire el murici, ese que está al frente. El aguaje (canangucho en Colombia), pequi y el camote de llanura. Después de que empezó la Red, hicimos una reunión y toda la comunidad fue aceptándola, luego le gustó y buscó juntar más semillas para reforestar.

AL – ¿Y lo que vimos en el campo? El aguaje, el algodón, el xixá… ¿todo eso está presente en su día a día?
CJ – Ese algodón tradicional no es el que se compra en una tienda. También lo estamos preservando. Guardamos la semilla de algodón hasta octubre y después la plantamos.

AL – ¿En qué usan el algodón?
CJ –
Para corbatas. Si nos quedamos sin algodón, nos quedamos sin fiesta, ¿y ahí? Hacemos muchas cosas con algodón. No es solo para una corbata, no es solo para artesanía, lo usamos para el baño de los bebés, para limpiar, para que la salud del bebé sea buena, para la energía de la salud, no para la energía del mal.

Indígena xavante usando una corbata de algodón y pintado de achiote en el poblado Ripá (Camila Grinsztejn/Amazonia Live)

AL – ¿Cómo ve la tradición xavante?
CJ – Es una creación de los ancianos, de los inicios del tiempo antiguo. Cada tipo de etnia es una cosa individual, como las fiestas, como las culturas. A la nuestra le llamamos xavante. Cualquiera que es cría de anciano xavante usa un palito en la oreja, el cabello cortado como un tazón volteado. Todo es casi igual, pero diferente. Nosotros estamos sólo con la cuerda de algodón y jenipapo y achiote para pintarnos en las piernas. Si tenemos cualquier cosa, cualquier fiesta, nos pintamos todos de achiote en la barriga. Es una cosa individual, es como un clan, pintar la barriga. Hay otras etnias que no tienen cuerda, ni cortan el cabello, ni tienen aretes de palito. Quien es xavante tiene que usar. Eso es importante. Estamos garantizando a quién nos crió: nuestros ancianos. No voy a dejarlo. Aún soy el más joven, tengo recién 51 años. Y quiero mantener la tradición. Estoy orientando a mi pueblo.

AL – ¿Se consideran protectores del bosque?
CJ – Soy un guardián del bosque. Antes de hacer la comunidad Ripá, yo iba a caminar a la sierra del Roncador y apareció una tribu con el espíritu del Roncador. El espíritu transformador. Yo estaba mirándolo de lejos y él me miraba por atrás. Me quedé quieto. Él también. «¿Quién está andando por el cerro?» Y yo estaba escondido mirándolo. Él es el espíritu responsable del Roncador.. Yo estoy de visita. Él ve mi pensamiento y sabía que yo iba a visitar. ¿Por qué? Él gobierna el Roncador, es también el gobierno de Brasil, es muy rico. En nuestra tradición, hablamos, conversamos. Cuando llega la hora de dormir, él llega a mi sueño, él viene a mis sueños y conversa sobre el bosque. Así es.

Indígenas xavante cerca de la comunidad Ripá: responsables de ser guardianes del bosque (Camila Grinsztejn/Amazonia Live)

AL – ¿El espíritu del Roncador mandó algún mensaje sobre la naturaleza?
CJ – También. Él es el espíritu que manda la protección para la comunidad. Esa es nuestra responsabilidad como guardián del bosque. La responsabilidad de cuidar la naturaleza es de todos, en el mundo, de Brasil . Y de él, que viene a ayudar a nuestra comunidad. La comunidad cuida del bosque y el bosque cuida la comunidad. Aquí, contra la diabetes, hacemos un té de mirindiba. Un mes hacemos eso, tomamos todo el día, una botella, allí acaba. Y también hay que tomar jenipapo. . Y también tiene que tomar jenipapo. Es una fruta. Uno va aplastando hasta que sale el líquido y lo toma, y se acabó la diabetes. Hay personas que vienen de otra comunidad, se quedan a vivir un tiempo aquí, hacen el tratamiento, toma todo el día la botella con mirindiba y jenipapo, beben bien y se acabó. Vuelven a su pueblo. Aquí nadie muere de hipertensión ni de diabetes. No hay gordos ni nada. Todo el mundo es más o menos del mismo tamaño, flaquito, bien alimentado, con cara de que la vida lo cuida bien.

Uno cuida del bosque y el bosque nos cuida.

AL – ¿Quiere dar un mensaje sobre la importancia de participar en Amazonia Live?
CJ – Necesitamos estos proyectos, necesitamos a más personas que quieran semillas. Aquí es el  territorio de Ripá y aquí el ISA (Instituto Socio Ambiental) fue uno de los socios. El ISA ha dicho que no se puede echar semillas de cualquier cosa. No se debe dejar quemar el fuego, ni se debe quemar la llanura. Primero vamos a recolectar las semillas, ellos están enseñando, están orientando. Estoy muy agradecido por esa alianza con ISA. Y con ustedes también. Vamos a ayudar a completar el bosque. Necesitamos semillas de calidad ¿sabes por qué? Aquí el bosque es un viento y donde hay viento, viene hacia la gente, hacia nuestra profundidad, para que las personas sintamos el refresco del viento. Mi territorio tiene una reforestación, tiene un verde. La hacienda, las plantaciones, como las llamamos nosotros, no tienen árboles. En tierras como aquellas falta viento, es tierra de calor. Aquí tenemos un territorio con viento. Un viento que no podemos invadir, tenemos que mantenerlo para reforestar.

AL – Repani [gracias en la lengua xavante].

 

Este contenido es promovido en alianza con Instituto Socioambiental (ISA)Greenpeace.