¿Qué significa la Amazonia para los brasileros, especialmente para los que viven a cientos de kilómetros? Quizás representa una fuente de noticias desalentadoras vinculadas a la deforestación o a la solución del calentamiento global. O entonces un magnífico lugar, pero inaccesible. Todas esas impresiones mantienen, en común, una desconexión con el bosque.

El distanciamiento de la naturaleza es parte de un movimiento que pasa en todo el mundo. “Es inevitable, ya que todo lo que consumimos viene de lejos y no tiene ninguna conexión con la tierra donde vivimos”, dice el norteamericano Charles Eisenstein, autor de libros como Sacred Economics (Sacroeconomía, en su edición en español) y The More Beautiful World Our Hearts Know is Possible (El Mundo Más Hermoso Que Nuestros Corazones Saben Que Es Posible, en traducción libre). “Fuera de que una parte cada vez más grande de nuestra vida sucede en entornos construidos, especialmente los digitales”. Para Charles, es necesario enamorarse otra vez de la naturaleza. “Pero, para amar a alguien, tienes que conocerlo, lo mismo sucede con respecto a la Amazonia”.

MÁGICA E INHÓSPITA
En Brasil, la falta de vínculos con el verde puede tener raíces históricas. “Cuando los europeos llegaron aquí, tuvieron dos visiones muy antagónicos de la selva”, dice Karina Miotto, fundadora del proyecto Reconexão Amazônia y magíster en ciencias holísticas por el Schumacher College en Inglaterra, con la tesis Reconnection with the Amazon: Awakening deep feelings for the rainforest (Reconexión con la Amazonia: Despertando sentimientos profundos por la selva) . “Una de ellas decía que era un lugar mágico y exótico. Ya la otra la caracterizaba como un lugar totalmente inhóspito, un verdadero infierno”.

Karina cree que estas impresiones se perpetuaron en la cultura brasilera – en libros y películas, sobre todo – y también en la enseñanza. “Esta visión fue reforzada por los gobiernos que defienden que es necesario llevar el ‘desarrollo’ a la Amazonia, lo que provoca más separación que unión entre las personas y el bosque”, afirma. “Y eso va generando ciudadanos anestesiados, de forma que se produce mayor deforestación y lo consideran como un dato más”.

Una mujer blanca, con cabello rubio rizado, lleva un vestido blanco corto, está arrodillada en señal de "Namaste" (con las palmas de la mano, apoyadas una con la otra, delante del pecho). Detrás de ella, un tronco grande de un árbol viejo con raíces gruesas, cubre casi toda la imagen. En el fondo, el bosque verde, lleno de árboles.

Karina Miotto, del proyecto Reconexão Amazônia: la mejor manera de enseñar sobre la Amazonia es a través del deslumbramiento (Archivo Personal/Karina Miotto)

CÓMO APASIONARSE POR EL BOSQUE
En el camino hacia la reconexión con la Amazonia no cabe culpar, o responsabilizar a las personas por los problemas ambientales. “Para tener más resultado en el diálogo y acercar al público, es necesario mostrar soluciones, sin señalar a nadie con el dedo”, dice Maurício Bianco, director de desarrollo y comunicación de la ONG Conservação Internacional.

Una de las campañas de la institución (ver aquí), narradas por la actriz Camila Pitanga, recuerda la potencia del bosque: regular las lluvias, mantener el clima estable, albergar plantas medicinales, incluyendo aquellas para males que aún no se conocen. El video tuvo 3 millones de visualizaciones y alcanzó, a través de las redes sociales, un público al que normalmente no le interesan los problemas ambientales.

- Un hombre mulato y de pelo negro corto, sin camisa, está utilizando un par de gafas para ver videos 360 (que tiene una base de plástico blanca, pegada alrededor de la cabeza, con una lente grande oscura que cubre el ojo entero y la nariz). Está con la cabeza ligeramente hacia arriba y sonríe. Atrás, parte de una casa indígena hecha de paja.

La realidad virtual es una de las tecnologías utilizadas por el Instituto Socioambiental para llevar al público a una inmersión digital en la Amazonia (Difusión/ISA)

Hablar con los «no convertidos» era también la meta de dos acciones del Instituto Socioambiental (ISA) para hacer llegar información sobre el bosque. Una de ellas, realizada en colaboración con Google, es Eu sou Amazônia (click aquí), una herramienta de Google Earth que utiliza videos 360 º, imágenes 3D, mapas, sonidos, y textos para llevar al espectador a escuchar la historia de pueblos de la selva y conocer las raíces culturales que permean a la Amazonia y nos unen a ella.

También hay un cortometraje en realidad virtual llamado Fogo na Floresta, que transporta a los espectadores al medio de una aldea del pueblo Waurá, en el Parque Indígena de Xingu, en el estado de Mato Grosso. “El uso de realidad virtual trajo una narrativa envolvente que te lleva al bosque”, afirma Bruno Weis, coordinador de comunicación de ISA. “Esto es importante, ya que muchas personas no tienen la oportunidad de conocer una aldea personalmente”.

ADEMÁS DEL HOTEL DE LUJO
En la Amazonia, para conectarse de verdad, vale la pena apagar el motor del barco, seguir el flujo del río, escuchar los sonidos de la selva, sentir el temor de estar en medio de ella… eso, sí que despierta una conexión”, destaca Karina Miotto. Con Reconexão Amazônia, proyecto que se convirtió en pionero en discutir la importancia de la conexión afectiva con la selva, Karina articula campañas de comunicación y movilización para proteger la Amazonia, realiza actividades educativas y facilita vivencias, llevando incluso grupos de personas para que experimenten el bosque desde dentro.

Para incentivar el turismo en la región y abaratar los costos de pasajes y alojamiento, se necesita revertir décadas de acciones erróneas en este sector, dice Mariana Aldrigui, profesora de recreación y turismo de la Universidad de São Paulo. “Hoy en día, la Amazonia es de difícil comprensión para un turista promedio”, dice. “Son años y años de campañas equivocadas, destacando solo lo exótico – que muchas veces es percibido como peligroso. Falta crear para el visitante un producto que sea fácil de consumir, como hoy es fácil de comprar un paquete para Disney”.

LA EDUCACIÓN DE LOS SENTIDOS
Una manera de atraer a más gente, según la profesora, es mostrar que el bosque es un lugar de contemplación y relajación, inclusive con experiencias ricas para la práctica espiritual. “Este trabajo debe realizarse de manera responsable, centrándose en la conservación de la fauna y flora y el desarrollo de la población local”, dice Mariana.

Uno de los mayores ejemplos de este turismo responsable en la Amazonia es, según el Ministerio de Turismo, la posada flotante Uacari, flotante en Tefé (AM). Ganador en la categoría Sostenibilidad del premio Braztoa, de la Asociación Brasilera de Operadores Turísticos, el hotel genera ingresos para las comunidades locales (75% de los cargos de gestión están ocupados por profesionales de la región, por ejemplo) y sigue una política de causar el menor impacto ambiental posible, adoptando prácticas como la gestión de la basura.

Imagen abierta y vista desde arriba, de una posada con algunas cabañas construidas en medio de un río. Alrededor, un bosque muy verde.

La posada flotante Uacari, en Tefé (AM), ganó el premio por sus prácticas sostenibles (JP Borges Pedro Uacari/Difusión)

Otras iniciativas que promueven el turismo sostenible y, así, facilitan la conexión con el bosque son Vivejar y Turismo Consciente, operadores especializados en itinerarios que acercan a los visitantes a la cultura y a la realidad de los residentes.

Además de los viajes, la educación ofrece otros caminos para estimular el reencuentro de las personas con la naturaleza. “Creo que la mejor manera de enseñarles a los niños sobre la Amazonia es a través del deslumbramiento”, dice Karina. “Tenemos que mostrar que el bosque es mucho más que números: cuántos kilómetros tiene el río, cuántas hectáreas fueron deforestadas, cuántos tipos de plantas existen… Nada de eso despierta asombro. Es necesario transmitir esta información, pero de una manera que genere emociones positivas”.

La emoción lleva al vínculo afectivo – y para sentirlo, no es necesario estar inmerso en el bosque. “Si no vives cerca de la Amazonía, tu prioridad debería ser conocer el lugar donde vives, restablecer las conexiones perdidas y convertirte en local de nuevo”, dice Charles Eisenstein, autor norteamericano. “Así como amar a una persona nos enseña a amar más profundamente a todas las personas, también vamos a amar la Amazonia si amamos el lugar donde vivimos”.

Este contenido es promovido en alianza con Instituto Socioambiental (ISA)Greenpeace.