La ciudad de Pune, en India, cuenta con la primera cooperativa autónoma de recolectoras de basura del país – pero podría llamarse batallón femenino de limpieza de Pune. Gracias a un acuerdo con la Corporación Municipal de Pune, más de 3.000 mujeres recolectoras ofrecen un servicio de recogida de basura de puerta a puerta a alrededor de 600.000 hogares en la ciudad, reciclando más de 50.000 toneladas de residuos al año.

Las trabajadoras distinguen los residuos que recogen entre reciclables – papel, plásticos, metales y vidrio – y residuos húmedos, que se usan para compostaje. Conocida como SWaCH (Solid Waste Collection and Handling – Recogida y Manipulación de Residuos Sólidos), la cooperativa lleva a cabo una importante actividad de compostaje, transformando los residuos húmedos en un valioso fertilizante natural.

Inicialmente pensada para mejorar la vida de aquellas personas que se ganaban la vida rebuscando en los vertederos, la cooperativa además promueve la adopción de un modelo de eliminación de residuos nuevo y más sostenible.

Los efectos para el medio ambiente son significativos. Desde SWaCH afirman que, en un año, el reciclaje del papel que recogen evita la tala de alrededor de 350.000 árboles y previene la emisión de cerca de 130.000 toneladas métricas de dióxido de carbono a la atmósfera

Técnicamente, la separación de los residuos en Pune es obligatoria, pero no todos los hogares la llevan a cabo. Un estudio reciente descubrió que muchos de los vecinos de la ciudad sencillamente no se toman el tiempo de separar su basura, lo que hace que el trabajo realizado por SWaCH sea aún más importante.

También genera beneficios sociales. Más de 1.200 millones de personas – aproximadamente un tercio de la población de Pune – viven en las barriadas más desfavorecidas de la ciudad, en las que no hay, o hay pocos, servicios de gestión de residuos. SWaCH es una de las primeras iniciativas en India que extiende a estas áreas empobrecidas la recogida de basura a domicilio.

Rajani, que vive en la zona de Kothrud, en el oeste de Pune, lugar en el que el proyecto ha tenido grandes resultados, está contenta con estos cambios: “Antes las alcantarillas quedaban atascadas con todo tipo de basura”, dice Rajani, una mujer de unos 30 años. “Ahora, se recoge todo el plástico que solía obstruir las alcantarillas, repercutiendo en la salud de la comunidad”.

Suresh Jagtap, comisario adjunto de la Corporación Municipal de Pune, elogió el trabajo de recogida a domicilio de SWaCH: “En la ciudad de Pune este es un paso fundamental hacia un sistema de gestión de residuos más eficiente, que permita una recogida a domicilio eficaz, exhaustiva y sostenible. Nos hemos centrado primero en los barrios periféricos y hemos podido eliminar más de 150 puntos críticos en los que la basura, si no, se acumularía”.

Sin embargo, no fue fácil llegar a desempeñar un trabajo de esta magnitud. En 1993, las recolectoras de residuos y los compradores de basura itinerantes de la ciudad se unieron para crear un sindicato. En 2005, formaron una asociación público-privada a favor de las personas más pobres llamada SWaCH, una cooperativa completamente autónoma que se ocuparía de la recogida de basura a domicilio.

Desde entonces, el número de miembros no ha dejado de crecer. Hoy, el 80% de las asociadas – son todas mujeres – provienen de castas marginadas. Cada miembro paga una tasa anual a la organización y un valor equivalente para la cobertura del seguro de vida. Además, se les entregan documentos de identidad avalados por la Corporación Municipal de Pune que les permiten acceder a otros beneficios, como préstamos sin intereses y apoyo escolar para sus hijos.

Uno de los aspectos más destacados del modelo de SWaCH ha sido su lucha para que las recolectoras de residuos sean reconocidas como trabajadoras y que la recogida de basura sea considerada un trabajo legítimo. En India, las trabajadoras de la basura generalmente son vistas como aquellas que forman parte de las capas más bajas de la sociedad; su papel es raras veces reconocido o respetado. Además, la posible cesión a empresas privadas de la recogida de basura amenazaba el sustento de las recolectoras, que dependen de la venta de residuos reciclables (papel, metal, plástico y vidrio) para ganarse la vida.

SWaCH ha contribuido a cambiar la imagen que se tiene de las recolectoras: son trabajadoras municipales autónomas. El trabajo que realizan recuperando, clasificando, descomponiendo y, a veces, lavando los residuos, convierte el material recogido en mercancías que pueden ser vendidas como materia prima a las industrias manufactureras. En efecto, ellas integran la cadena de suministro de la industria – contribuyendo de forma esencial a la productividad y a la generación de ingresos a nivel nacional.

Pune fue una de las primeras ciudades en India que autorizó a las recolectoras y a compradores de basura itinerantes a recoger residuos reciclables a través de la aprobación formal de sus documentos de identidad. A su vez, estos documentos les confieren dignidad y un sentido de identidad.

En reconocimiento a su labor, el Ministerio de Desarrollo Urbano y el Ministerio de Agua y Sanidad rindieron homenaje a SWaCH con un premio oficial en 2016.

 

India es el país anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente en 2018. El tema de este año es #SinContaminación por plásticos.