Casi la mitad de los residuos sólidos producidos alrededor del mundo son orgánicos o biodegradables, dice el ambientalista de Estados Unidos Paul Hawken Drawdown: The Most Comprehensive Plan Ever Proposed to Reverse Global Warming (Drawdown: el plan más completo jamás propuesto para revertir el cambio climático, en traducción libre), una reunión de soluciones viables sostenibles propuestas por investigadores de todo el mundo. En los rellenos sanitarios y vertederos, la descomposición de estos residuos emite gas metano, mucho más perjudicial para el medio ambiente que el dióxido de carbono.

Para detener este ciclo dañino, una de las alternativas es el compostaje, que convierte los restos orgánicos en fertilizante orgánico. En el año 2015, los Estados Unidos compostaron el 38% de los alimentos desechados y Europa, el 57%, según Hawken. «Si todos los países de bajos ingresos alcanzasen la tasa norteamericana y todos los de altos ingresos lograsen la marca de la Unión Europea, el compostaje podría evitar emisiones de gas metano equivalentes a 2,3 gigatoneladas de dióxido de carbono hasta 2050», dice el ambientalista.

En la India, la ciudad de Thiruvananthapuram, capital de Kerala, salió adelante y dejó de enviar material orgánico a vertederos o rellenos sanitarios. Los ciudadanos eran responsables de la separación de material reciclables y compostaje del material orgánico. La experiencia fue tan exitosa que llevó al Gobierno a hacer planes para ampliar la descentralización de la gestión de basura de todo el Estado.

Un hombre moreno, de la India, aparece en el centro de la foto. Tiene pelo negro, corto, bigote y algo de barba, y ojos oscuros. Mira a la cámara sujetando con las dos manos un puñado de tierra oscura, frente a su abdomen. Lleva camisa de manga corta, rosa con rayas azules en dos tonos, uno más claro que el otro, y una pequeña raya blanca. Detrás de él, en el lado derecho, un montón de bolsas de plástico negras amontonadas. Al fondo, a ambos lados, árboles desenfocados.

En la India, residentes reciben aserrín con microorganismos que aceleran el compostaje y evitan el mal olor (Carolina Oms / Believe.Earth)

Según el informe del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (UN-Habitat), los residuos sólidos y aguas residuales contribuyen con alrededor del 3% de las emisiones que causan el calentamiento global. La mitad de este volumen corresponde a la emisión de metano de los vertederos. «La descentralización de la gestión es el modelo más sostenible: la materia orgánica no es transportada, siendo tratada en el origen. Así, ahorramos una gran cantidad de combustible y reducimos la emisión de carbono», dijo Anoop Roy, responsable de la campaña de destinación adecuada de la basura en la capital de Kerala. El fertilizante producido en el compostaje va a la agricultura orgánica de la región. «La población urbana tendrá verduras libres de pesticidas y el suelo quedará más fértil», dice.

La iniciativa en Kerala es importante no sólo para el medio ambiente sino también para la concientización de cómo la acción de cada residente es relevante en todo el proceso. Y el compostaje hecho en casa no requiere de grandes inversiones. La mayoría de las técnicas consiste en el uso de tres contenedores verticalmente interconectados, que pueden ser baldes, botellas o potes de barro, tierra y material orgánico seco tal como aserrín u hojas de periódico. Las lombrices de tierra son agentes que aceleran la descomposición y su uso es opcional, pero recomendado para principiantes.

CÓMO HACER UNA COMPOSTERA
– Es necesario conseguir tres cajas de plástico apilables. El material debe ser resistente para soportar el peso de la tierra y los alimentos depositados.
– A la base de dos de las cajas se le hacen agujeros, hechos con la ayuda de un taladro, lo suficientemente amplios para que las lombrices pasen entre los recipientes. La caja que queda en el piso no se agujerea.
– Las dos cajas de encima reciben tierra y lombrices conocidas como «rojas» o «californianas».
– En el momento de deshacerse de la basura, lo ideal es llenar el recipiente del medio. Para cada porción de residuos orgánicos, es necesario añadirle a la tierra el doble del material seco como hojas de plantas o periódico picado.
– Cuando la caja del medio se llene, debe ser cambiada de lugar con la de encima. Las lombrices van a transformar el residuo orgánico en fertilizante.
– La caja inferior acumulará líquido. Es el humus, rico en nutrientes, que puede ser recogido con la instalación de un grifo en la parte inferior de la caja.
– Diluido en agua, este líquido sirve como abono para las plantas.
– Cuando la primera porción de basura orgánica se descompone, en promedio tarda un mes, el material es retirado y entonces el proceso comienza de nuevo.

Dos estructuras de cerámica marrón anaranjado aparecen en el centro y hacia la izquierda de la imagen, sobre el asfalto. Detrás, un árbol de buganvilla con flores fucsia crece sobre un muro blanco con verja cuadriculada en la parte superior. Las hojas y flores de la buganvilla casi llegan al suelo, detrás de las estructuras de cerámica. La de la izquierda está formada por tres recipientes apilados de formato parecido, redondeado, el último de ellos con tapa, y a su derecha, la otra, es un recipiente de mayor tamaño ovalado y con tapa. Ambos tienen perforaciones circulares.

La mayoría de las técnicas de compostaje involucra el uso de tres recipientes verticalmente interconectados (Yogita Mehra)

Lo que se puede poner en la compostera:
– Flores, plantas, frutas y cáscaras, excepto cítricos
– Legumbres y verduras
– Pedazos de pan y galleta
– Filtros de papel, borra de café y tés
– Alimentos cocidos sin condimento y cáscara de huevo
– Papel de cocina usado, periódico y cartón picado

Lo que no se puede poner en la compostera:
– Carne y comidas picantes
– Líquidos (lácteos, caldos), aceite y grasa
– Papel higiénico usado
– Huesos y espinas de pescado