Un descubrimiento inesperado. Eso fue lo que llevó a los estudiantes de primero de secundaria del Centro Integrado de Educação Pública 240 Haroldo Teixeira Valladão, en São Gonçalo, en la zona centro-sur de Brasil, a querer enseñar ajedrez. “Íbamos a hacer un trabajo sobre artes marciales, para el que necesitábamos algunos tatamis que estaban en el vestuario de nuestra escuela. Cuando sacamos los tatamis, había una caja con algunas piezas de ajedrez y los relojes para contar el tiempo de las jugadas. Desde entonces empezamos a jugar siempre que teníamos algo de tiempo libre”, recuerda el estudiante Rodrigo dos Santos Cardoso, de 15 años.

Él y sus compañeros Rogério Castro da Rocha, de 17, Leonardo de Araújo Alves, 17 también, y Jefferson Souza de Oliveira, 15, se pasaron un mes jugando al ajedrez hasta que se cansaron de hacerlo siempre con los mismos contrincantes. “Hicimos un campeonato interno, pero nos aburrimos de jugar entre nosotros y nos preguntamos: ¿por qué no damos clases para tener más gente con la que jugar?”, cuenta Rogério.

Como estudian en una escuela de tiempo completo, los estudiantes empezaron a aprovechar la pausa para el almuerzo para montar el proyecto, con el apoyo de la profesora que da clase de Proyecto de Investigación e Intervención. Primero hicieron algunas búsquedas bibliográficas, sobre el origen del ajedrez, las reglas, las estrategias empleadas, y los principales beneficios de su práctica. De esa forma descubrieron que, además de ser un juego que entretiene, divierte, el ajedrez también desarrolla la concentración, la atención y el pensamiento estratégico. “Al principio no planificábamos las clases. Ahora nos sentamos los viernes [cuando se reúnen] para decidir lo que haremos el lunes. Vamos autoevaluándonos y creando nuestra metodología”, explica Rogério.

EL JUEGO DE LA VIDA
Actualmente, los jóvenes tienen de 10 a 15 alumnos fijos de diferentes cursos, desde 6º de primaria. Aparte de las clases de ajedrez, el grupo crea otras actividades para que los alumnos puedan entender la relación entre el juego y la vida real. “Los llevamos a una sala oscura, ponemos una canción y damos una pequeña charla sobre cuestiones que están presentes tanto en el ajedrez como en la vida, como decidir, por ejemplo. Porque en el ajedrez, si no decides nada, lo pierdes todo – y en la vida es así también”, explica Rodrigo.

Estas actividades incluyen la elaboración de un mural informativo sobre el ajedrez, la creación de una obra de teatro sobre el origen del juego y la adquisición de materiales para producir otros juegos de mesa.

La introducción del ajedrez en el ambiente escolar, en talleres impartidos por los propios alumnos, ha contribuido al desarrollo de la concentración, la memoria y el pensamiento lógico. “Los profesores dicen que muchos alumnos han mejorado. Los que se pasaban todo el tiempo hablando, ahora no lo hacen y piden silencio. Los que no estudiaban, tienen interés y quieren resolver dudas”, cuenta Leonardo.

La foto muestra tres tableros de ajedrez, uno junto al otro, en una mesa larga, en torno a la que están sentados algunos jóvenes que juegan.

Concentración, estrategia y pensamiento lógico: lecciones de vida que se llevan los alumnos de Jaque mate (Difusión/Criativos da Escola)

La profesora Ines Rocha Petereit, que orientó a los adolescentes en el proyecto, explica que se incentiva a los estudiantes que dan las clases para que desarrollen una presencia pedagógica que mantenga el interés de todos. “El ambiente de las clases está dominado por un clima de compañerismo, con todos dispuestos a colaborar para realizar una actividad.”

Los resultados suponen una victoria y animan a los cuatro jóvenes a seguir adelante. Rodrigo sostiene: “es un orgullo ver el desarrollo de cada uno de los alumnos. Es una pequeña conquista, que va creciendo con el tiempo. ¡Este proyecto llegará lejos!”

El mayor desafío ahora es aumentar el alcance de la iniciativa, llevándola a otros colegios y a la comunidad. “Para ello, estamos elaborando panfletos que entregaremos en la casa de las personas. Nuestro centro estará en la escuela, donde empezó el proyecto, y pediremos ayuda a nuestra profesora para que sirva de puente con los directores de las otras escuelas”, cuenta Rogério. ¿Nerviosos con este nuevo paso? “No, no estamos nada nerviosos, ¡estamos seguros!”, concluye.

 

El proyecto Xeque-Mate ha sido premiado en el Desafío Creativos de la Escuela 2017. Criativos da Escola, un programa de Alana, anima a niños y jóvenes a que transformen sus realidades, siendo protagonistas de sus propias historias de cambio. La iniciativa forma parte de Design for Change, un movimiento global que surgió en la India y está presente en 65 países, inspirando a más de 2.200 millones de niños y jóvenes en todo el mundo.