Fue a mediados de 2011 que el australiano Vince Losurdo instaló las primeras placas fotovoltaicas en su casa. La inversión en la compra de estos paneles que captan la luz solar y la convierten en energía eléctrica fue de 10.000 dólares australianos (equivalentes a unos 7.700 dólares). Cinco años más tarde, el precio del equipo cayó a la mitad, pero Losurdo afirma que no se arrepiente de la adquisición: además de no pagar más la cuenta de luz, el jubilado hace dinero con el sistema.

«Tengo 25 placas fotovoltaicas y ahorro al máximo la energía que proviene de ahí. Con el excedente, puedo elegir entre recibir el valor en efectivo o tener crédito en la cuenta de luz», explica. «Al principio, no creía mucho en esta iniciativa. Pensaba que era demasiado buena para ser verdad. Hoy en día, gano de 300 a 400 dólares al mes vendiendo lo que sobra».

La energía generada por las placas se almacena en una batería conectada a un inversor. El equipamiento procesa la luz del sol para alimentar el sistema de la casa y cuenta con un medidor para registrar el flujo de electricidad. Lo que no se consume, vuelve a la red pública y se convierte en bonos financieros. «Si la energía solar generada es mayor de lo que usa la casa en un mes, entonces habrá un abono neto”, dice el ingeniero Andrew Stock, consejero de la organización no gubernamental australiana Climate Council.

La ilustración muestra el diseño de una casa con paneles fotovoltaicos en el tejado, donde los radios de sol sonreflejados. Al lado, un poste de luz conectado a una batería que está en el diseño del garaje de la casa. Cómo funcionan las placas fotovoltaicas, que también transforman electricidad en dinero en efectivo en Australia<br /> 1 Las placas fotovoltaicas captan energía durante todo el día, especialmente durante el horario de sol más intenso<br /> 2 Toda la energía generada por las placas se almacena en la batería<br /> 3 La energía reunida durante el día se utilizará en la noche y en días lluviosos o nublados cuando la captación de los paneles solares es baja<br /> 4 Sobras de electricidad generada por las placas se envían al inversor a la red pública de alta tensión - y convertidas en créditos de energía o dinero en efectivo en la cuenta del consumidor

Actualmente, la inversión para convertir un espacio autosuficiente con placas fotovoltaicas alcanza los 20.000 dólares australianos (alrededor de 15.000 dólares). Factores como el voltaje de las placas y el grado de dificultad de instalación son cruciales en el valor final. Con el avance de la tecnología en la fabricación de baterías y la creciente demanda mundial de placas fotovoltaicas, se estima que los precios tuvieron una caída de un 80% en la última década, según Andrew.

Los montos pagados por los excedentes de energía varían según las prácticas de cada empresa proveedora. «El período de recuperación del dinero invertido normalmente es de cinco años», afirma el ingeniero.

Y no es solo en las zonas residenciales que los paneles fotovoltaicos pueden traer beneficios. Un estudio del instituto Australian PV y de la Universidad de New South Wales, en Australia, ha demostrado que en edificios públicos y comerciales en la ciudad de Brisbane la instalación de placas en solo tres de estas construcciones podría proporcionar suficiente energía a 1.200 familias, además de dejar de emitir 5,2 megatoneladas de dióxido de carbono al año provenientes de fuentes contaminantes. Los lugares evaluados por los investigadores tienen un alto potencial de uso del equipamiento: Suncorp Stadium, el estadio más grande de la ciudad, Queensland Performing Arts Centre y Roma Street Station, una de las principales estaciones de tren de la región.

La foto muestra un cruce en el centro de Brisbane, con varios autobuses y edificios. Dos de ellos, de dos pisos, tienen placas fotovoltaicas.

El centro comercial de Brisbane presenta alto potencial para la instalación de placas fotovoltaicas (Nickoly Oliveira/ Believe.Earth)

De acuerdo con Renewable Energy Policy Network for the 21st Century (Red de Políticas de Energía Renovable para el siglo XXI – REN21) – que agrupa a las empresas, instituciones y gobiernos de todo el mundo interesados en la expansión de energías renovables -, solo el año pasado, más 31.000 unidades de placas fotovoltaicas fueron instaladas por hora en el planeta. La capacidad mundial ha crecido un 48% con relación al 2015.

Australia ocupa la novena posición entre los mayores mercados de energías renovables en el mundo, el ranking es liderado por China, Japón y Alemania, respectivamente. El mercado australiano de placas fotovoltaicas es predominantemente residencial, aunque el número de locales comerciales y grandes empresas haya aumentado en el 2015 y 2016. Aproximadamente el 30% de las casas en los estados de Queensland y South Australia ya tiene energía solar, según el informe del organismo REN21.

El mismo estudio señala que el desarrollo de la industria de las energías renovables está calentando el mercado de trabajo: más de 9 millones de personas fueron empleadas en el sector en el 2016 en todo el mundo, un incremento del 1,1% respecto al año anterior. La energía solar lidera el ranking de generación de empleos, superando los 3 millones de trabajadores.

 

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