La manera tradicional de enseñar, con clases expositivas en las que el profesor, delante de los alumnos, transmite el conocimiento mientras ellos toman apuntes, tal vez sea eficiente para algunos, pero muchos estudiantes se desmotivan. Es lo que sucedía con los jóvenes del segundo año de secundaria de la Escuela Técnica Jaraguá, en la zona norte de São Paulo. “La mitad de la clase se dormía, la otra mitad no tenía interés y unos cinco conseguían prestar atención. Era muy aburrido para nosotros, y para el profesor también”, recuerda Murilo Inácio de Oliveira, de 18 años, uno de los creadores del proyecto “La visión del rap”.

A partir de una provocación del profesor de Sociología, Murilo y sus amigos Matheus Sousa da Silva y Luis Henrique de Oliveira Malafaia, ambos de 17 años, sintieron que podrían contribuir en la construcción de clases diferentes, usando el rap para dialogar con los contenidos obligatorios de las disciplinas de Historia, Sociología y Filosofía.

“Primero hicimos un mix de canciones que nos parecían interesantes. Pero el programa de clase tenía que tener 45 minutos. En ese momento nos preguntamos: ¿cuántas clases serán, cuántas canciones, cuántos temas vamos a tratar? Entonces deshicimos todo lo que habíamos elaborado inicialmente y volvimos a empezar”, cuenta Murilo.

Fue una gran lección. “Ellos empezaron a entender mejor el proceso de enseñanza-aprendizaje desde que elaboraron los planes de estudio y comenzaron a pensar sobre educación. Empezaron a ver la educación no solo como alumnos que tienen que sacar buenas notas, sino como agentes del proceso”, dice orgulloso Raphael Paulino Gimenes, el profesor que los orientó en la realización del proyecto.

Después de mucha investigación, los alumnos prepararon ocho clases en las que, a partir del rap, se abordaron temas como racismo, medio ambiente, cuestiones sociales, acontecimientos históricos, política nacional e igualdad de género. Además de las canciones, los jóvenes también sugirieron actividades para cada clase, alternando debates, clases expositivas, exhibición de películas, búsquedas por internet, y una evaluación diferente. “En la última clase planteamos la redacción de una letra de rap, o la creación de un grafiti relacionado con los asuntos tratados, para que el profesor pudiera evaluar a los alumnos”, recuerda Luis.

MÁS ALLÁ DE LA ESCUELA
Motivados por el profesor y con el apoyo de la escuela, los estudiantes montaron kits didácticos en versión impresa, y también digital, con los programas de las clases, los audios y las letras de las canciones relacionadas con los temas. Después, probaron la eficacia de esta metodología con un grupo del tercer año de secundaria.

“Les encantó: de 40 alumnos, 37 estaban atentos”, comenta orgulloso Murilo. Tras el éxito, el material quedó a disposición para que otros educadores también pudieran contribuir y fue más allá de la escuela: ahora se emplea en tres centros más de la región.

Murilo cuenta que los profesores de otras escuelas se pusieron en contacto con ellos para hablarles sobre el desarrollo de las clases: “Uno de los profesores presentó una clase sobre racismo y nos contó que les gustó mucho a todos. El rap se considera como un estilo marginal, entonces los alumnos no sabían que tiene tanto contenido. Incluso para el profesor fue algo nuevo ver a los alumnos más rebeldes prestando atención”, dice.

En total, en colaboración con el ayuntamiento, el grupo ha entregado el material a ocho escuelas municipales y a otras dos escuelas técnicas regionales. Y la idea es llegar cada vez más lejos. Los jóvenes quieren crear un grupo de discusión en Facebook, y un blog para ampliar los programas de las clases. También quieren ampliar la gama de estilos, incluyendo el reggae y el funk brasileño.

“Lo más transformador es usar el rap para hablar sobre el mundo, la realidad y los problemas. Los alumnos han aprendido muchísimo, principalmente sobre la gestión y ejecución de proyectos, y también sobre cómo obtener resultados”, concluye Raphael.

 

El proyecto A Visão do Rap ha sido premiado en el Desafío Creativos de la Escuela 2017. Criativos da Escola, un programa de Alana, anima a niños y jóvenes a que transformen sus realidades, siendo protagonistas de sus propias historias de cambio. La iniciativa forma parte de Design for Change, un movimiento global que surgió en la India y está presente en 65 países, inspirando a más de 2.200 millones de niños y jóvenes en todo el mundo.