La baja representatividad femenina en la poesía llevó a las amigas Amanda Timóteo, 21 años, y Patricia Naia, 26, a crear Slam das Minas PE, un colectivo de mujeres en su mayoría negras, de la periferia y del nordeste, que han tomado la voz en Recife.

Fue en internet que Amanda y Patricia conocieron los slams, campeonatos de poesía surgidos en la década de 1980, en Estados Unidos. Y entonces decidieron crear, el año pasado, un evento frente al monumento Tortura Nunca Más, en la capital de Pernambuco, para que poetisas pudiesen participar en una batalla de versos. Funcionó: cientos de personas estaban honrando a siete concursantes que asumieron el papel de narrar sus propias experiencias en estrofas. “Vimos que la timidez de las participantes venía del silenciamiento que siempre sufrieron”, dice Amanda. “En un espacio solo de ellas, es más cómodo para hablar de las opresiones”.

El grupo ganó proyección nacional después de que la poetisa Bell Puã venció el campeonato nacional Slam BR, en 2017. Cuando subió al escenario evocando el bagaje cultural de Pernambuco, mencionando con fuerza nombres como el compositor Capiba y el educador Paulo Freire, las batallas de slam se volcaron a un nuevo tema además del racismo y del sexismo: la xenofobia. “Juntando todo el Nordeste, creo que teníamos cerca de cinco competidores. Solo São Paulo tenía la misma cantidad”, dice Amanda. “Sabemos que el Nordeste necesita atención. Hay prejuicios. Es como si no tuviésemos capacidad. Por lo tanto, si alguien pensó que estábamos allí bromeando, se sorprendió”.

Slam das Minas PE ya participó en el Festival de Invierno de Garanhuns (FIG) y de la Fiesta Literaria Internacional Paraty (FLIP). Pero la victoria más grande del colectivo es dar visibilidad a las negras y pobres de la periferia nordestal. “Las mujeres llegan sabiendo que se trata de un espacio político de fortalecimiento”, afirma Amanda. Cada poesía trae versos con acento y orgullo, forjados en una realidad que solo ellas saben cómo es.

Los slams en el nordeste  tienden a tener un público de mayoría negra, a diferencia de lo que sucede en otras regiones y también sufren la falta de inversión y atención a la cultura. “Nuestros problemas son ignorados y, por lo tanto,  estamos al margen”, dice Amanda. “Esto es un reflejo de lo que ocurre también con los temas sociales, como la violencia contra las mujeres, que aquí es alta”.

Título: El turno y la voz de ellas Linha fina: Las poetas que combaten desigualdades con el Slam das Minas PE Quadrinho 1: Olga fala: Mi primera vez en el Slam das Minas fue difícil, porque soy muy tímida. Pero fue transformador y me trajo mucha fuerza. Balão de crédito: Olga Pinheiro, Slam das Minas (Recife/ Brasil) Quadrinho 2: El Slam das Minas es una batalla de poesía de calle solo para mujeres. Cada poeta tiene algunos minutos para presentar su poesía a un jurado escogido en el momento. (2017) Olga fala: Gente, perdón, estoy un poco nerviosa Participantes do Slam das Minas falam: ¡Tú puedes!¡Fuerza!¡Eso es!¡Vamos!¡Vamos hermana! Olga fala: o-ok, ahí va Quadrinho 3: Narrador: Los versos generalmente hablan de política, igualdad de género, violencia contra la mujer, racismo, y LGBTfobia. Olga fala: El bullicio se escucha, nuestro poder es increíble…Si nos juntamos en esta causa, ¡nuestra fuerza es invencible! Participantes do Slam das Minas falam: Uau, Demás, Reina, Me encantó, Arrasaste Quadrinho 4: Olga fala: Hoy sé que en el Slam das Minas, todas tenemos algo que decir. Todo es escuchado y valorado y eso tiene impacto político: juntas tenemos más fuerza para luchar por nuestros derechos.

 NADIE CALLA LA VOZ DE ELLAS
“Quería hacer poesía política, feminista, anarquista, antirracista. Poesía contra cualquier prejuicio y discriminación. Poesía de resistencia y revolución. Pero, en el camino, medio con susto, llegó una mujer tenaz y avivó mi corazón”.

Quién diría que estos versos fueron de la ingeniera química Olga Pinheiro, 28, que temblaba y lloraba al hacer sonar cada palabra frente a un público de mujeres. Era la primera vez que recitaba en público, en la segunda edición del Slam das Minas PE. “Estaba exponiendo cosas muy íntimas – y recité mal. Sin embargo, la reacción de ellas fue de abrazarme. No era juicio, competencia. Fue solo fuerza, apoyo y compañerismo. Marcó un cambio en mi vida”, dice ella, que considera al colectivo como un espacio fortalecedor y transformador. Hoy, Olga tiene, más de 200 poesías escritas.

Más que encuentro de poesía, el Slam das Minas PE se convirtió en un espacio de acogida y una forma de crear nuevos diálogos dentro de la favela para romper el silencio de las mujeres. Para ello, el grupo se propone iniciar talleres de escritura creativa y ruedas de conversación sobre violencia doméstica. “Hay que empoderar, porque, cuando la gente cree en ellos mismos, pueden tomar decisiones más sensatas políticamente”, dice Olga. “En cambio, cuando están siendo oprimidas, muchas veces no ven esta privación”.

A pesar de los logros del Slam das Minas PE, todavía falta dinero, por ejemplo, para comprar aparatos de sonido y micrófonos propios y para hacer viajes. Pero ellas lanzan acciones de colaboración virtuales, movilizan donde se puede. “Nosotros somos nuestra política”, resume Amanda.

Este contenido se basó en la investigación “Emergencia Política Periferias”, realizada por el Instituto Update. Descarga aqui  la investigación completa.