Personas comunes intentan frenar a las grandes empresas petroleras alrededor del mundo. De lejos puede parecer una pelea entre David y Goliat. De cerca, la saga demuestra que la fuerza de muchos David es realmente potente.

Desde que Greenpeace comenzó la campaña Defenda os Corais da Amazônia (Defiende los Corales de la Amazonia), en enero de 2017, más de 1,2 millones de personas firmaron una petición y están difundiendo el mensaje de urgencia para proteger un tesoro natural brasilero, que recién fue descubierto y ya está en riesgo.

Los llamados Corales de la Amazonia son una formación de arrecifes de coral, esponjas y rodolitos (algas calcáreas) que se extiende por más de 9500 kilómetros cuadrados en la costa norte de Brasil, donde el río Amazonas se encuentra con el océano Atlántico. El estudio que confirmó la existencia del arrecife fue publicado en abril de 2016 en la revista Science Advances. Y, en enero de 2017, Greenpeace realizó una expedición para registrar las primeras imágenes submarinas. Era una región poco probable para este tipo de arrecife y, de tan únicos, el descubrimiento fue considerado por los expertos como uno de los más importantes de la ecología marina de las últimas décadas.

Solo que la petrolera británica BP y la francesa Total planean extraer petróleo a unos kilómetros de donde están los Corales de la Amazonia. Y las más de 1,2 millones de personas que apoyan la campaña están haciendo de todo para evitar eso.

En agosto, la campaña celebró una victoria: el Ibama (Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos Naturais Renováveis) rechazó el estudio ambiental de Total. Eso deja a la empresa francesa un poco más lejos para realizar el sueño sombrío de extraer petróleo cerca de los Corales de la Amazonia.

Desde 2015 Total intenta conseguir esta licencia ambiental, que es un paso fundamental para iniciar la explotación petrolera. Tres versiones del Estudio de Impacto Ambiental (EIA)  ya habían sido presentadas al Ibama, pero todos eran de baja calidad y tenían muchas inconsistencias, según el propio órgano. Durante estos dos años, la compañía petrolera ha recibido pedidos de corrección, envió los documentos de nuevo y aun así recibió una respuesta negativa.

Total todavía tiene una última oportunidad para enviar documentos y estudios al Ibama. Pero, por lo que todo indica, los defensores y defensoras de los Corales, diseminados por el mundo, continuarán protegiendo este ecosistema, tanto de Total como de BP. Y continuarán apoyando la decisión de Ibama de no otorgar la licencia.

Los siguientes, son algunos ejemplos de lo que estas personas han hecho hasta ahora para que esta victoria fuese posible.

Una obra de arte gigante formada por unas 600 personas se realizó en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro. La mayoría eran niños y adolescentes de escuelas públicas. La actividad fue realizada por Greenpeace en colaboración con el artista estadounidense John Quigley.

Una foto aérea de una playa permite leer “Defienda los corales de la Amazonía”, frase formada por numerosas personas organizadas sobre la arena. Las palabras “Defienda los” están arriba, en medio hay una gran ilustración de un pez con un escudo verde en el centro en el que está dibujado un coral. Las palabras “corales de la Amazonía” aparecen debajo, en forma de semicírculo.

(Fernanda Ligabue/Spectral Q/Greenpeace)

En un mismo día, 450 activistas en seis países salieron a las calles para protestar contra los planes de Total y mostrar su apoyo a la protección de los arrecifes de coral. En Brasil, los activistas de Greenpeace se ensuciaron de petróleo falso para recordar el impacto que puede causar una pérdida si llegase a los Corales de la Amazonia.

Seis jóvenes en fila, unos delante de otros, en una playa. Todos ellos llevan camisetas negras de manga corta o de tirantes, miran a la cámara con el rostro y el cuerpo cubiertos de un lodo negro. Tienen piel blanca, pelo liso y oscuro. Al fondo, la orilla, el mar y el cielo nublado.

(Bruno Leão / Greenpeace)

El día 1 de abril, Día de los Inocentes, los activistas fueron a los principales puntos turísticos de las ciudades brasileras para decir que ahí había sido descubierto una reserva de petróleo. “¿Es absurdo querer perforar y extraer petróleo en medio de la Avenida Paulista? Es absurdo también hacerlo cerca de los Corales de la Amazonia», decían a aquellos que pasaban por la calle.

Desde el lado derecho de la foto y hacia el centro, un joven se agacha hacia el suelo, sonriendo, con las manos extendidas. Está de perfil hacia el lado izquierdo de la imagen. Tiene piel negra, pelo rizado corto oscuro y lleva gafas de montura fina. Viste una camisa azul de manga larga, pantalón negro y lleva zapatos negros. El suelo está cubierto de alquitrán negro y, frente a la cámara hay dos placas anaranjadas apoyadas en el suelo, en la que está más a la derecha hay un icono de una calavera, en negro, y en la que está más a la izquierda se lee, también en negro: “Atención: petróleo aquí” (en la imagen el texto está en portugués).

(Greenpeace)

En una acción en Bélgica, escaladores pegaron un afiche en una refinería de Total para mostrar el ecosistema que la empresa quiere poner en riesgo al explotar petróleo en el norte de Brasil.

Cuatro personas con cascos rojos y amarillos, arnés, mono de trabajo rojo, están colgando de cuerdas mientras pegan en un paredón blanco una gran ilustración de un océano repleto de peces de colores y corales.

(Eric De Mildt / Greenpeace)

En Londres, peces y medusas gigantes fueron llevados a la puerta de la oficina de BP en una especie de desfile de biodiversidad para representar la riqueza que habita en los Corales de la Amazonia.

Varias personas cargan y pasean grandes peces y medusas inflables, de colores, en una pequeña marcha, en el cruce de una avenida en una ciudad. Alrededor de la gente y hacia el fondo hay semáforos, algunos coches, edificios, señales de tráfico, otras personas circulando, autobuses rojos. Al final hay una torre con un reloj, las copas de unos árboles y el cielo, gris.

(Chris Ratcliffe / Greenpeace)

La comunidad científica también apoyó la campaña. En una carta abierta, firmaron y reforzaron que es necesario estudiar y conocer más el bioma, en vez de liberar allí la actividad petrolera. Entre los firmantes están el economista indio Pavan Sukhdev, líder del estudio TEEB (La economía de los ecosistemas y de la biodiversidad, en inglés), la oceanógrafa estadounidense Sylvia Earle, fundadora y presidente de Mission Blue, el climatólogo Carlos Nobre, ex-Secretario del Ministerio de Ciencia y Tecnología y expresidente de Capes y el físico y miembro de IPCC, Paulo Artaxo.