Un nuevo informe respaldado por la ONU indica que la capa de ozono está en recuperación, lo que fue visto como una inspiración para implementar acciones climáticas más ambiciosas y como una demostración de que los acuerdos globales pueden alcanzar sus metas.

El estudio “Scientific Assessment of Ozone Depletion: 2018” es el último de una serie de informes divulgados cada cuatro años que monitorea la recuperación del ozono en la estratosfera, una capa que protege la Tierra de los rayos ultravioletas.

El documento mostró que la concentración de sustancias que reducen el ozono sigue disminuyendo, llevando a una recuperación de la capa desde la última evaluación, realizada en 2014.

El ozono en partes de la estratosfera se recuperó a una tasa de 1% a 3% por década desde el año 2000 y, según las proyecciones, debe recuperarse totalmente en el hemisferio norte y en regiones de latitud media para el año 2030, seguido del hemisferio sur en 2050 y Antártida en la década de 2060.

Esto sucede debido a acciones internacionales adoptadas en el ámbito del Protocolo de Montreal, establecido hace más de 30 años en respuesta a la revelación de que el clorofluorocarbono (CFC) y otras sustancias utilizadas en los aerosoles, refrigeradores, sistemas de refrigeración y otros artículos, estaban creando un agujero en la capa de ozono.

En 2019, el Protocolo debería ser fortalecido con la ratificación de la Enmienda de Kigali, que pide la eliminación en el futuro del uso de gases nocivos para la capa de ozono en refrigeradores, aires acondicionados y productos relacionados.

“El Protocolo de Montreal es uno de los acuerdos multilaterales más exitosos de la historia por una razón”, dijo Erik Solheim, director ejecutivo de la ONU Medio Ambiente. “Esta mezcla entre ciencia competente y acción colaborativa que definió el Protocolo hace más de 30 años y que fue desarrollada para recuperar nuestra capa de ozono es precisamente la razón por la que la Enmienda de Kigali es tan prometedora para la acción climática en el futuro”.

Los resultados proporcionan una visión de esperanza menos de un mes después de que el Grupo Intergubernamental sobre Cambios Climáticos (IPCC) describiera los efectos devastadores de un aumento de 2° C en las temperaturas globales en comparación con los niveles preindustriales. El secretario general de la ONU, António Guterres, describió el documento como un “ensordecedor grito de alerta”.

Los autores del informe encontraron que, si la Enmienda de Kigali fuera totalmente implementada, el mundo podría evitar en este siglo hasta un 0,4% del calentamiento global, lo que podría jugar un papel clave para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2° C.